Un incidente crítico ocurrió este lunes cuando un vuelo de Agadir a Londres se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Santiago. El motivo: atender a un pasajero que sufría un posible infarto.
La tripulación de la aeronave, perteneciente a la compañía Tui Fly, alertó a los controladores aéreos sobre la emergencia médica a bordo, lo que llevó a un desvío inesperado a Lavacolla.
Coordinación de emergencia en el aeropuerto
Tras el aviso, los controladores del aeropuerto facilitaron tanto el descenso como la aproximación a la pista. Además, coordinaron eficazmente con el aeropuerto para asegurar la atención médica inmediata del pasajero afectado. El vuelo, operado por un Boeing 737, había partido de Marruecos y, después de esta situación, tenía previsto continuar su ruta hacia el aeropuerto de Gatwick en Londres.
Respuesta rápida y eficiente
Este aterrizaje forzoso destaca la importancia de una rápida respuesta y coordinación entre el personal de vuelo y los servicios de emergencia en tierra para garantizar la seguridad y el bienestar de los pasajeros.
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